La vida de Diego Leonardi sucede como si hubiese sido pensada en un guión cinematográfico, para contar todo lo inesperado que le puede pasar a una persona cuando pasa por un reality. Después de participar en la 4 edición de GH, volvió al de los famosos para ganar, no contento con eso en la actualidad participa en el programa AM y también se dio el gusto de estar, de invitado, en la quinta edición del reality. Ahora otra puerta se abrió y su futuro inmediato lo encuentra como cantante, para eso ya grabó un disco de cumbia llamado ‘El sueño del pibe'. Pero la humildad y el gusto por estar cerca de su familia es algo que le sigue tirando, y por esa razón planeó junto a su madre Sara el asado para el día de la madre junto a su padre y el resto de sus hermanos. “Mi familia siempre estuvo a mi lado y fueron los que me acompañaron en los momentos más difíciles de mi vida, y ahora quiero compartir este momento con ellos”, cuenta directo.Mientras Diego habla su madre lo mira, con una mezcla de orgullo y fascinación, a lo mejor ese orgullo de saber que su hijo eligió el camino equivocado, pero después tuvo la fuerza necesaria para corregir sus errores y empezar una nueva vida. Por eso, mientras habla de él no puede evitar emocionarse. “La gente conoce a Diego desde principios de año, muchos hablan de él sin conocerlo realmente, por eso me duele mucho cuando lo critican sin saber realmente cómo fue su vida, él ya venía luchando por cambiar desde hace mucho tiempo”, aclara seria.
Sara aceptó participar de la nota a pesar de no estar del todo recuperada de la fractura de cadera que sufrió meses atrás. Sin embargo, parece disfrutar al recordar cómo cambió la vida de toda la familia “La verdad es que todo esto es una experiencia difícil de imaginar, pensar que ocurrió en un año es increíble. Estoy segura de que si él sigue emprendiendo las cosas como hasta ahora, le va a ir muy bien, porque la mayoría de la gente lo adoptó como parte de su familia, creo que por ahí viene su éxito”.
En cambio Diego prefiere alejarse de todas las comparaciones que se hacen con él, incluso aquellas exageradas que lo muestran como ejemplo. “Yo no soy ejemplo de nada, en todo caso lo que tendrían que decir, es que nunca bajé los brazos para seguir luchando, incluso cuando manejaba el remís, siempre pensé en darle para adelante. Hay que fijarse en toda la gente que deja la cárcel y no tiene ningún tipo de contención, esos son los que verdaderamente la pasan mal, cuando yo atravesé por ese momento pude haber perdido la vida”, confiesa.
La charla cambia todo el tiempo y de las situaciones duras del pasado y el apoyo incondicional de su familia, pasa nuevamente a su presente que lo tiene muy ilusionado. “Para mí esto es increíble. Cuando vi la tapa del disco con mi cara me largué a llorar, fue algo muy fuerte y es un sueño convertido en realidad”. Pero enseguida agrega: “mi sueño siempre fue ser colectivero, y muchas veces tuve la fantasía de cantar en un grupo de cumbia, pero cuando me ofrecieron hacer cumbia villera dije que no porque quiero cortar con ese rollo. Ahora prefiero hablar del amor y de cosas que diviertan a la gente”
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