Aunque sus delirios ya eran más que conocidos, Jennifer López sigue sorprendiendo a partir del nacimiento de sus hijos. Ahora, según publica el diario Chicago
Hasta acá, se trata de una actitud normal de cualquier madre preocupada por sus bebés. Sin embargo, sus fobias llegaron a un extremo. Al parecer, Jlo habría instalado dispensares de crema para todos aquellos que quieran conocer a sus mellizos, Max y Emme.
Además, la pareja (en esto también estaría involucrado Marc Anthony) le estaría pidiendo, a todos los que ingresen a la habitación de los primogénitos de López, que utilicen barbijos para evitar la contaminación microscópica.
Como si esto fuera poco, también le paga 600 mil dólares mensuales a seis guardaespaldas para que cuiden de la
Otros caprichos a la interminable lista de desopilantes peticiones de la “diva”.
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