El triste destino de las "Chicas Olmedo": de bombas sexuales a desaparecidas en inacción

A 20 años de su muerte, todos se acuerdan de Alberto Olmedo. Se multiplican las notas y

programas que reviven sus chistes y elaboran las más variadas hipótesis acerca de su dramática y prematura muerte.

Sinónio de humor, Olmedo es también el factor común de un grupo de mujeres bombas sexuales que en su momento de gloria ocuparon las tapas de las revsitas más importantes.

¿Qué fue de esas diosas que se “comían el mundo”, que llenaban de ratones las cabezas de los argentinos? hace un balance de sus vidas. Algunas cayeron en el olvido y otras pasaron por hechos desafortunados.

Beatriz Salomón: Tras el escándalo que destruyó su hasta entonces feliz matrimonio con el cirujano Alberto Ferriols, la actriz quedó relegada al triste papel de “invitada permanente” a los programas de televisión. La cámara oculta que reveló el encuentro entre su ex y un travesti destruyó su sueño de formar una familia feliz.

Así, la secretaria del "Mano santa" que conoció su momento de gloria en los 80, vio su que saltaron a la fama en sus programas, de un conjunto decarrera y su vida personal opacada.

Susana Romero: La actriz simplemente desapareció del mundo del espectáculo. Tras posar para Playboy unas cuentas veces, “la Negra”, cuyo flequillo recortado era una marca registrada, tuvo escasas y poco recordadas participaciones en películas de segunda. Se dedicó a su familia, al vegetarianismo y a una desconocida carrera de arte y pintura.

Adriana Brodsky: “La bebota”, es otra desaparecida mediática. Hace ya muchísimos años salió a hablar de su divorcio de Bautista “Tata” Yofré y a revelar detalles de la desastrosa operación que le hicieron en la nariz y de los intentos posteriores para reparar el desastre. Ahora, Adriana busca desarrollar su faceta de empresaria y lanza su propio perfume: AB Instintt.

Silvia Pérez: La actriz se fue corriendo “del medio” para recorrer un nuevo camino. Tras alguna que otra participación en cine y teatro. se lanzó a la “vida sana” para rearmar su vida desarrollando una carrera en otro rubro.

Lo cierto es que, por falta de aptitud o de oportunidades -o tal vez por mala suerte-, ninguna de las chicas Olmedo supo o pudo aprovechar su hora de fama para trascender y permanecer en el mundo del espectáculo. Muerto Olmedo, murieron las luces de sus queridas chicas.