Cuando la cuarta edición de Gran hermano entra en la recta final (los que no queden nominados el miércoles ya serán los finalistas), la nueva gala de expulsiones empezó con la incógnita de quién dejaría el programa.
En principio la primera historia que rescató la producción del programa fue el ¿romance? Entre Soledad y Sebastián. Por supuesto, la relación viene atravesando una serie de contratiempos, principalmente con la actitud que tomó el sobrino de Silvia Süller en la última nominación, cuando pudiendo salvar a Soledad, no lo hizo.
Lo cierto es que después hubo una charla, en donde Sebastián dio sus razones, es cierto, un tanto confusas, pero que de todas maneras Soledad aceptó.
Pero los que no atraviesan ningún tipo de rispidez son María Eugenia (que reingresó a la casa por votación del público) y Esteban. “Una cosa es el amor de tu vida y otra es el hombre de tu vida, yo quiero ser todo” le dijo el santafesino apenas pudo “yo creo que el hombre de tu vidas es con el que te casas…” y remató “yo te dije que tenía miedo de volver a enamorarme, bueno, ahora no tengo miedo”.
Pero la cosa siguió y siguió “Yo cuando salí reafirmé el sentimiento” dijo ella, “Quiero que seas entera mía, como yo quiero ser entero tuyo” contestó enamorado Esteban, “Te amo” dijo ella, totalmente entregada. Después, cómo no, se escucho la pregunta más esperada “¿Querés ser mi novia?” y la respuesta que no se hizo esperar “Siii”.
Claro, hubo además un repaso por algunos temas menores de la semana, como el cumpleaños de Juan Emilio, las especulaciones de los participantes sobre quién ganaría el reality, el trago amargo de Soledad (con respecto a la actitud de Sebastián), justamente, la visión de Sebastián sobre las clases sociales, la prueba semanal que no aprobaron (esta vez fueron las destrezas circenses) y el chiste extendido de la falsa casa de GH Paraguay que compitió con Argentina en “sombras chinescas”.
Finalmente, quince minutos después de la medianoche se conoció el resultado de la votación, que determinó la expulsión de María Eugenia con el 56,8% de los votos negativos del público.
En principio la primera historia que rescató la producción del programa fue el ¿romance? Entre Soledad y Sebastián. Por supuesto, la relación viene atravesando una serie de contratiempos, principalmente con la actitud que tomó el sobrino de Silvia Süller en la última nominación, cuando pudiendo salvar a Soledad, no lo hizo.
Lo cierto es que después hubo una charla, en donde Sebastián dio sus razones, es cierto, un tanto confusas, pero que de todas maneras Soledad aceptó.
Pero los que no atraviesan ningún tipo de rispidez son María Eugenia (que reingresó a la casa por votación del público) y Esteban. “Una cosa es el amor de tu vida y otra es el hombre de tu vida, yo quiero ser todo” le dijo el santafesino apenas pudo “yo creo que el hombre de tu vidas es con el que te casas…” y remató “yo te dije que tenía miedo de volver a enamorarme, bueno, ahora no tengo miedo”.
Pero la cosa siguió y siguió “Yo cuando salí reafirmé el sentimiento” dijo ella, “Quiero que seas entera mía, como yo quiero ser entero tuyo” contestó enamorado Esteban, “Te amo” dijo ella, totalmente entregada. Después, cómo no, se escucho la pregunta más esperada “¿Querés ser mi novia?” y la respuesta que no se hizo esperar “Siii”.
Claro, hubo además un repaso por algunos temas menores de la semana, como el cumpleaños de Juan Emilio, las especulaciones de los participantes sobre quién ganaría el reality, el trago amargo de Soledad (con respecto a la actitud de Sebastián), justamente, la visión de Sebastián sobre las clases sociales, la prueba semanal que no aprobaron (esta vez fueron las destrezas circenses) y el chiste extendido de la falsa casa de GH Paraguay que compitió con Argentina en “sombras chinescas”.
Finalmente, quince minutos después de la medianoche se conoció el resultado de la votación, que determinó la expulsión de María Eugenia con el 56,8% de los votos negativos del público.
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